sábado, 7 de septiembre de 2013

Solo quería ser popular...Mi opinión sobre 50 Sombras de Grey.



Soy una gran fan de la lectura erótica y la homoerótica. Por lo tanto cuando comenzó a hablarse en todos lados sobre "50 Sombras de Grey" aclamando la novela que llevaba a empoderar al género femenino, diciendo que era un libro provocar que alababa la libertad sexual, fue entonces que supe que tenía que leer tal obra literaria. 

Esperaba encontrar un texto del tipo de Hacia el Edén de la talentosísima Anne Rice o algo parecido a la Juliette del Marques de Sade, incluso iba abierta a la idea de que fuera algo como Madame Bovary de Flaubert pero grande fue mi decepción cuando comencé a leer esta novela y se volvió un suplicio para mi terminar tan solo el primer libro. 

Si, la narración es muy simple y fluida pero el lenguaje limitado, la repetición de las mismas frases una y otra vez -Si, Anastasia solo sabe fruncir el ceño, ruborizarse, morderse el labio- volvieron demasiado lenta, sosa la lectura. Pero eso no fue lo que provoco mi desencanto con esta novela, fue la protagonista: Anastasia. Lamento mucho si ofendo a alguien a quien le guste esta trilogía pero esta chica es la protagonista más insoportable que me ha tocado leer en toda mi vida, ni siquiera Bella de Twilight me hizo sentir tanta frustración y hasta aberración hacia mi propio género.

Hay que admitir que la relación que llevan Christian y Ana no es normal. No es sana. Es una relación de abuso emocional en la que ella lo permite. Él la acosa, la presiona, la lleva a limites que la mujer no desea cruzar. Grey es controlador y tiene una enorme cantidad de problemas psicológicos y episodios traumaticos que han afectado profundamente su psique. Esto no es justificación para que una persona aguante la forma en que la tratan, y Anastasia lo soporta todo hasta perder su independencia pensando que puede hacer cambiar a Grey. Lo cual es algo incongruente. Aunque la idea de que el amor y la persona correcta lo curan todo es muy bonita, este tipo de problemas solo se solucionan con terapia.

Otra cosa que no me gusto fue el uso del BDSM. No creo que la autora se haya documentado bien para hablar sobre un tema tan delicado como lo son estas practicas sexuales, más bien parece que se dejo guiar por sus fantasías y no tanto por la realidad que viven estas personas. Sobre todo pueden mal interpretarse las cosas y dar a entender que el BDSM es consecuencia colateral de un fuerte problema emocional y psicológico cuando no es así. La gente que lo practica es consciente de lo que hace, es un estilo de vida que han escogido por que lo disfrutan y es placentero, no es resultado de ningún pasado tormentoso. No es algo incorrecto, que debamos juzgar o intentar cambiar. 

¿Fantasía o Realidad? 



He escuchado a muchas adolescentes, es más, niñas de 12 o 13 años que son fanáticas de 50 sombras de Grey, decir que desean un Christian Grey, que quieren ser sus sumisas y demás comentarios que aunque la mayoría son en broma siguen dejando su huella en la mente de alguna de estas chicas. Lo cual es alarmante por que para algunas cuantas de estas mentes jóvenes es como si estuviéramos normalizando el abuso emocional, la sumisión de la mujer -Por qué una cosa es ser sumisa dentro de la vida sexual por decisión propia y otra muy diferente es ser sumisa todo el tiempo, por condición y no por convicción- además de crear un fenómeno peligroso para las lectoras. La imitación. 

Por internet abundan artículos de periódicos digitales en los que se pueden leer noticias de parejas que tienen que ser rescatadas por paramédicos o bomberos luego de intentar imitar escenarios sexuales que leyeron en la trilogía de 50 sombras de Grey. Y es que al parecer no importa cuanto se les advierta a las personas que estos libros no son más que ficción y no deben llevarse sus situaciones a la vida real -Ninguna de ellas- parece que no es suficiente. Las personas que son fan del libro en un afán de hacer de su fantasía escrita algo tangible pasan la sagrada barrera entre la ficción y la realidad, sin saber lo que están haciendo ponen en peligro sus vidas, su integridad física y emocional por un fanatismo desmedido. 

La conclusión de esto es, puede gustarte el libro, puede no gustarte. No vengo a decir que es bueno o malo. Solo deben estar conscientes que nada de lo que esta plasmado en esas paginas es real, solo son fantasías que ni siquiera se acercan a la versión de la realidad. Disfruten de su entretenimiento pero no caigan en el error de volverlo una obsesión. 

Nos leeremos en otra entrada. 

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